Regreso a mis ocupaciones de siempre; escribir nuevos libros, reescribir otros ya terminados y no publicados, corregir, demoler, reconstruir, etc.
Y lo mismo con las lecturas. Estoy leyendo “Manuscrito Encontrado en Zaragosa” de Jan Potocki, un noble polaco de fines del siglo XVIII y principios del XIX, a Phillip Bobbit y su “Escudo de Aquiles”, a un tercero que trata de los orígenes de la ciencia moderna -que se desarrolló en occidente- y terminé hace poco el Quijote por cuarta vez.
¿Qué estoy escribiendo ahora? Un manual. ¿Un manual de qué, para qué? No les voy a decir hasta el día -que tal vez nunca llegue- cuando lo decida publicar. ¡Tengo tantos otros a la espera! Como ocho…
Es curioso, a mi edad, casi ya 77 años, estoy más productivo que nunca. Me pregunto porqué no he caído en la flojedad de la gente de mi edad, al menos de la mayoría, porqué no me he puesto aficionado a las siestas y a no hacer nada. Y no crean que es porque hago ejercicios o cosas así. Nada de eso; no camino más que a la cocina, al refrigerador, a sacar cervezas.
Un misterio.
Pero de estos misterios de la vejez pueden encontrar un libro mío que se llama “Envejezca o Muérase“, bien divertido e informativo.
Chao!
Fernando
