La tecnología y nuestras pequeñas (¿o grandes?) tragedias

¿Han visto películas o cortos comerciales o videos en YT en los que aparece un tipo enfurecido destrozando el computador porque no le ha funcionado?

De seguro le ha pasado lo mismo y si acaso no lo ha tirado por la ventana o pateado, lo ha maltratado, insultado, ninguneado y /o botado a la basura.

Nos pasa a todos. Son indispensables, o más bien dicho, se nos han hecho indispensables porque dependemos tanto de ellos casi para todo que cuando algo falla nos jode la vida y como hay que enojarse con algo, nos enojamos con esa pobre cosa inerte. 

Otras veces es la Internet,  de la que también dependemos todos, el mundo, los gobiernos, nosotros. De repente se cae y queda la crema. El problema es que no hay nada que patear, salvo llamar a la compañía proveedora y pedir explicaciones y para colmo suele aparecer una de esas telefonistas de mecha corta que apenas uno alza un poco la voz, no contra ellas sino contra la compañía, empiezan a advertirnos que no nos van a tolerar ese tono y ahí si que estallamos, ¿qué se cree?, decimos, ¿Quién cree que es?. 

Peor aún; hoy en día hay empresas, de hecho todas, no ofrecen un teléfono de contacto pero al menos hablar con alguien, sino una voz mecánica que nos tira de un número a otro y no nos satisface nunca en nada.  A menudo, además es un sistema idiota; miren lo que pasa con Windows: si uno tiene un problema con Internet y busca modos de repararlo dentro del sistema, si no se puede aparece un aviso diciéndonos que nos pongamos en contacto con la compañía…vía internet. 

“Hay que matar a mucha gente” como le decía un viejito emigrado de España a mi madre

Cierto.

Ya, parece que voy a tener que recurrir a mi manual infalible para no tirarme ni empujar a nadie por la ventana…

Comprar Para No Tirarse por la Ventana

-…y chao…